Mercados, super e hipermercados
Publicado el 22 de Abril, 2007, 20:23.
en Consumo. Derechos.
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Etiquetas: consumo, Precios, regulador, comerciantes, agricultores, mercadillos, mercados
Nuestras ciudades están llenas
de mercados y mercadillos donde se venden todo tipo de cosas. Especialmente los mercadillos
tienen un éxito impresionante. Cerca de Torrevieja el mercadillo de "El
campico" es visitado por gente desde 50 Km alrededor. Los mercadillos de
ropa, alimentos, productos usados, etc., que se instalan en las calles de
nuestras ciudades suelen ser visitados por miles de clientes, vecinos y
paseantes. Incluso muchos se celebran los domingos. Personalmente prefiero los
grandes comercios porque suelo encontrar mejores precios y, sobre todo, suelen
tener las tablillas de precios puestas, como obliga la ley. No me gusta tener
que preguntar por todos y cada uno de los productos en los que esté interesado.
Tampoco me gusta que el propietario mire con mala cara si no le compro. En los
comercios grandes, como son empleados, no suele suceder. De todas formas, como dice
Martín, lo mejor es tener de unos y otros para elegir según gustos o
circunstancias. También quiero incidir en otras
circunstancias: 1. Los mercados municipales
tradicionales suelen estar subvencionados, en mayor o menor medida por los
ayuntamientos, con lo que todos colaboramos con nuestros impuestos a su
supervivencia, tanto si compramos en ellos como si no. Lo cual a mí me hace
poca gracia, porque a cambio no recibo ningún servicio mejor, sino peor, en mi
caso. No suelen tener los precios puestos y casi siempre son más caros a
igualdad de calidad que el hipermercado donde compro habitualmente. Aunque esto
no siempre es así ni para todos los productos. 2. Debido a la escalada
exagerada de precios de los últimos tiempos los responsables políticos deberían
usar lo que se llaman “reguladores de precios”. Os pondré un ejemplo: En mi ciudad se creó hace muchos
años un mercadillo de agricultores que se celebraba una mañana a la semana en
una ubicación céntrica. A los agricultores no se les cobraba, ni se les cobra,
ningún importe por la utilización del espacio público ni se les obliga a tener
el carné de manipulador de alimentos, etc. A cambio de esto los agricultores
debían vender sus productos como máximo al precio superior vendido en Lonja, y
les estaba prohibido vender productos no incluidos en su cartilla agrícola. He de aclarar que actualmente no
se controla esta contraprestación a los agricultores por desidia, o interés
desvirtuado, de los responsables políticos. Además estos mercadillos se han
multiplicado y ahora se ponen 6 días a la semana en casi todos los barrios de
la ciudad. También se han incorporado a ellos otros tipos de puestos, incluidos
los de colectivos deprimidos socialmente, propuestos por el departamento de
Bienestar Social, y que suelen dedicarse a estos menesteres. Ahora mismo muchos
de ellos son más comerciantes que agricultores ya que compran mercancías y
venden productos no cosechados por ellos. La cuestión es que creo que
todos los comerciantes subvencionados deberían actuar como reguladores de
precios de forma similar a lo expuesto. Eso sí, haciéndose cumplir las normas. |